COOLSCULPTING® es un tratamiento no invasivo que tiene como
objetivo reducir la grasa corporal utilizando el frío, de forma suave y efectiva. El frío se
aplica externamente sobre la piel y, sin dañarla, se consigue destruir los adipocitos; lo
cual lo convierte en una técnica innovadora, muy efectiva y segura.
Enfriamiento preciso y controlado del tejido graso suministrado por un aplicador especial
que evita daños en la piel.
El frío se mantiene durante un tiempo predeterminado para afectar las células
grasas.
Las células grasas comienzan el proceso de eliminación natural que continua durante algunos
meses.
La eliminación de las células grasas en el tiempo da como resultado una reducción natural
del tejido graso.
El procedimiento CoolSculpting es confortable para casi todos los pacientes. A diferencia de
los métodos quirúrgicos tradicionales, este es un tratamiento no invasivo sin inyecciones ni
incisiones.
Puede durar 2 horas o más, dependiendo del tamaño del área a tratar.
La exposición al frio hace que las células grasas comiencen su proceso natural de
eliminación, que se traduce en una reducción gradual de la capa de grasa. Los adipocitos son
absorbidos paulatinamente a través del proceso metabólico normal del cuerpo, similar a como
se elimina al hacer dieta.
No, puede volver a su actividad normal inmediatamente después del procedimiento.
Los resultados se verán entre 2 y 4 meses después del tratamiento.
A pesar de que los resultados con CoolSculpting no son tan drásticos y rápidos como los con
tratamientos invasivos es un procedimiento más natural y no conlleva los riesgos asociados a
un procedimiento quirúrgico.
CoolSculpting elimina de forma natural las células grasas, las que no vuelven a aparecer
nunca más en el cuerpo.
El enfriamiento controlado del procedimiento CoolSculpting ataca y elimina únicamente
células grasas. Otras modalidades de tratamientos como láseres, radiofrecuencia o
ultrasonidos focalizados, afectan a la grasa pero también pueden afectar al tejido
adyacente.